Amor Incondicional, La Segunda Clave Para El Desarrollo De La Personalidad

Si el desarrollo del poder personal es la clave para el desarrollo sano de la personalidad, entonces el amor propio e incondicional es la segunda clave más importante.

El poder personal y el amor propio son como las fundaciones de una imagen propia sana. Recuerda que la relación más importante que puedes tener es la relación que tienes contigo mismo. ¿Si no te amas a ti mismo, cómo esperas poder amar a los demás?

El amor propio comienza con la comprensión de que existe el amor condicional y el incondicional. El amor condicional es el amor que viene desde el ego, mientras que el incondicional es el que viene desde el espíritu.

La primera pregunta que te debes hacer es si el amor que tienes hacia tu propio ser es condicional o es incondicional. El amor propio incondicional se basa en entender y saber que tienes valor dentro de ti y que naturalmente vives en frecuencia de amor ya que esa es la frecuencia de la presencia o inteligencia que se encuentra dentro de ti.

Pero el ego nos dice que no tenemos valor o que no merecemos recibir amor al menos que cumplamos ciertos requisitos. Para el ego, debemos tener un cierto físico, tenemos que ir a la universidad, tener dinero, ser respetados en nuestra profesional, hacer ejercicio, tener estatus social, etc.

Hay que aclarar que cualquiera de estos objetivos son objetivos importantes y cada uno decide que objetivos ponerse, sin embargo, nada de esto tiene que ver con amor propio, ya que el amor propio no es el resultado de lo que hacemos o tenemos, sino de quienes somos, así que no hay condiciones o requisitos que cumplir.

Nuestra alma siempre es merecedora de amor incondicional, aunque el comportamiento de la personalidad quizás no lo sea y es muy importante entender esto. Debemos que amar a nuestro propio ser de la misma forma que esa presencia nos ama nosotros mismos, aunque cometamos errores en esta escuela de vida.

Siempre puedes analizar que tanto has progresado espiritualmente al observar que tanto te amas a ti mismo y a los demás.

Recuerda que la vida en este planeta es una escuela y vamos a cometer errores, sin embargo, los errores son experiencias y aprendizaje que nos ayudan a crecer de forma espiritual y cada error contiene sabiduría.

Puedes pensar en la siguiente metáfora. Somos como diamantes cubiertos de tierra. Nuestro ego nos recuerda todos los días la cantidad de tierra que hay en nuestra superficie, pero a través del amor propio incondicional, podemos comenzar a poner más atención a lo que existe debajo de la tierra, el diamante.

Nuestro camino espiritual para ascender la pirámide por la cual descendimos no es un camino recto, así que no le creas a tu ego cuando te diga que debes ser perfecto todo el tiempo y nunca debes cometer errores.

Deja tu comentario

Este comentario debe ser aprobado antes de poder ser publicado.