Cómo Desarrollar Magnetismo Personal

El secreto para desarrollar esta cualidad magnética es ver lo mejor en cada persona con la que estés hablando y literalmente desarrollar una emoción positiva hacia la otra persona. No es suficiente hacer creer a la otra persona que sientes algo positivo de el o ella, debes literalmente sentir esta emoción positiva. Quizás esto puede ser un reto, pero si lograr ajustar tu actitud a este grado, sin duda alguna te volverás magnético.

Solo hay una forma en la que puedes caerle bien a alguien y esa forma es que la otra persona te caiga bien a ti primero. Pero es importante aclarar que la otra persona te debe caer bien tal y como es y te debe caer bien simplemente porque te cae bien, no con la intención de crear una emoción falsa para crear este magnetismo personal.

Cuando realmente la otra persona te cae bien, sin juzgar, te vuelves magnético, mientras que las personas que intentan ser magnéticos para caerle bien a la otra persona siempre fracasan.

Comienzas a desarrollar una personalidad magnética cuando las otras personas te caen bien y cuando comienzas a interesarte en la felicidad de la otra persona. La persona que trata de impresionar a otros con su magnetismo es como un niño de 6 años que trata de impresionar a sus amigos o padres con un juguete o un truco de magia.

Esta es la prueba verdadera del magnetismo personal.

Y entonces, ¿cómo podemos hacer para que las otras personas, sin importar cómo sean, nos caigan bien? Interactuando con diferentes tipos de personas, estudiando cómo actúan los seres humanos y desarrollando interés en las actividades de los otros, especialmente, en las actividades que hacen feliz a la otra persona.

Debes conocer y saber cómo es la otra persona para que puedas desarrollar una emoción positiva hacia el o ella. Siempre se sincero, simple y accesible con todos. Esto es lo que las grandes personalidades hacen.

Siempre recuerda, si quieres desarrollar una personalidad magnética y atractiva, nunca te pongas en un pedestal para que todos te observen. Una estatua puede atraer un cierto nivel de admiración, pero nunca crea una conexión sincera con la persona que la observa.

El magnetismo personal no es algo que debe crear admiración, más bien, es una energía que se comparte y si tu propio magnetismo te intriga, es muy probable que a los demás no.