Concentración y El Momento Presente

Muchos atletas profesionales han hablado de “estar en la zona”. Michael Jordan, por ejemplo, decía que cuando estaba “en la zona”, sabia que simplemente no iba a fallar ningún tiro y que cuando estaba en esta zona, veía el aro de la canasta como si fuera del tamaño de un bote de basura.

Aunque no seas un atleta profesional, seguro tu también has estado en esta zona y este “lugar” es simplemente ese momento donde lo que estás haciendo se vuelve lo único que existe en tu mente y cualquier otra información, incluyendo ruido u objetos, desaparecen. Cuando esto pasa, estamos “en la zona”.

Por lo general, cuando logramos entrar a esta zona, permanecemos ahí poco tiempo, pero si aprendemos a usar el poder de la concentración y nuestra habilidad de estar presentes en cada momento, podemos extender la duración y frecuencia de estar en la zona.

Cuando estamos tan enfocados que perdemos conciencia de cualquier estimulo externo, comenzamos a sentir como si el tiempo se hace más lento. Cuando nada existe en tu mente más que un solo pensamiento o intención, el pasado y el futuro dejan de existir y lo único que existe es este momento.

Cuando nuestro enfoque es tan claro al grado de convertirnos en el objeto, pensamiento o idea en la cual nos estamos enfocando, el lóbulo frontal filtra toda la información del mundo externo que no tenga nada que ver con lo que nos estamos enfocando.

Esto significa que el 100% de la atención de nuestro cerebro se centra en ese único pensamiento. Es como si la identidad de nuestra personalidad o ego deja de existir y nos convertimos en nuestro enfoque o imagen mental. Nuestra mente se vuelve uno con esa imagen mental, objetivo, pensamiento, deseo o idea.

Cuando esto ocurre, el cerebro y la mente dejan de activar los circuitos neuronales del pasado que crean nuestra identidad, es decir, dejamos de reciclar el pasado y cuando entramos a esta zona, la mente está en la mejor posición para crear.