Conquistando El Miedo

La emoción más antigua en el ser humano es la emoción del miedo. Esencialmente, el miedo más grande es el miedo a la muerte, sin embargo, también existe un miedo detrás del miedo principal, al saber que esa emoción de miedo se puede multiplicar rápidamente.

Esto significa que el miedo es alimentado por el miedo. Tan pronto como empezamos a sentir miedo, se paralizan nuestros órganos usados para el control y movimiento y después, el miedo se encarga de apoderarse de todo el organismo.

El miedo es una emoción destructiva y sin una ruta de escape, ya que no soluciona nada ni te lleva a nada constructivo. Esta emisión ha matado, enfermado y envenado a millones de personas a través de la historia.

¿Pero, se puede superar el miedo? ¿Se puede eliminar? La respuesta es si.

La antitoxina para el miedo es el poder de la imaginación.

Observa que hacemos por lo general cuando tenemos miedo de algo, lo articulamos o lo expresamos en pensamiento y entre más pensamos, más poder le damos hasta que damos el comando de que ese miedo o situación se manifieste. Por lo general, actuamos exactamente de la forma opuesta a la que deberíamos actuar, ya que el miedo es algo que jamás debemos permitir que se vaya a las obscuridades de la mente.

Debemos examinar en nuestra mente ese miedo usando nuestra imaginación, analizándolo completamente hasta el punto de agotar la energía de ese miedo para que pueda perder su poder y su habilidad de manifestarse.

Si vemos al miedo directamente a los ojos, nos daremos cuenta de que para eliminar el miedo, no hay que ignorar el pensamiento o la emoción, sino elevarnos en conciencia y darnos cuenta que no tiene poder al menos que le sigamos dando ese poder.

Si analizas el historial de todas las cosas de las cuales has tenido miedo, te darás cuenta de que has tenido miedo por una infinidad de cosas totalmente en vano. Has gastado tanta energía en ese miedo, cuando pudiste haber enfocado esa energía en otro objetivo. Esto te muestra como gastamos gran parte de nuestro poder en cosas destructivas o inútiles.

Recuerda que nunca puedes mejorar tu realidad a través del miedo, pero definitivamente puedes hacer que ese miedo crezca y se vuelva aun más destructivo. El miedo nunca nos rescata de nada, solo nos mantiene en un estado de mala fortuna. El miedo no nos cura, solo nos enferma cada vez más.

Debemos tener cuidado con las otras armas que usa el miedo, como la miseria, la tristeza y otros complejos de inferioridad.

Si utilizamos el poder de nuestra conciencia, podemos tomar acción y evitar esos golpes del destino que surgen por inconscientemente tenerle miedo a algo.

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