Educación, Espiritualidad y Los Niños

Como seres humanos, uno de nuestros propósitos principales es lograr nuestra realización espiritual para poder convertirnos en canales por los cuales podamos servir y ayudar a más seres humanos. Es aquí donde el sistema educativo de hoy en día fracasa.

El sistema educativo de nuestra sociedad, en vez de enfocarse en construir carácter, valores, ideales espirituales, virtud y conciencia para poder enseñar cómo vivir correctamente, ha eliminado completamente la parte del alma de todas las áreas de aprendizaje.

En pocas palabras, el sistema educativo se orienta al ego. El enfoque está en cómo acumular, competir y ser mejor que los demás y cómo ser materialmente exitoso. Este sistema solo genera más competencia, orgullo, egoísmo, separación y creencia en superioridad. La responsabilidad de ser de servicio hacia otros es totalmente ignorada.

Este sistema, también, se basa en darle al niño una gran cantidad de información intelectual, que la repita y la memorice para poder obtener una calificación. Es imposible ser una persona completa, integra y balanceada al aprender de esta forma.

Sai Baba, uno de los seres espirituales más grandes de la historia dijo que el regalo más grande que un niño puede recibir en la escuela es el regalo del carácter. Igualmente, la política sin principios, la educación sin carácter, la ciencia sin humanidad y el comercio sin moralidad no son solo inútiles, sino peligrosos.

Si el tema del alma no se enseña a los niños, los lideres del futuro estarán intelectualmente desarrollados, pero espiritualmente retrasados. Cuando esto pasa, no es sorpresa que los políticos sean tan corruptos, que algunos abogados y médicos tan egocéntricos o que exista la crueldad contra los animales por parte de científicos.

Muchos jóvenes obtienen títulos, pero les falta paz interior y felicidad. Ni siquiera están en una buena relación con ellos mismos.

La respuesta a este problema es integrar la enseñanza de la espiritualidad en el salón de clases y enseñar que no hay ninguna religión superior a otra, que, en realidad, las bases principales de todas las religiones es que todos somos uno.

Pero más que enfocarse en religión, la repuesta está en la espiritualidad. Deben de haber clases en el desarrollo de morales y ética, en cómo construir carácter, en valores espirituales y cómo tener relaciones positivas con otros seres humanos.

Las escuelas, en vez de solo enfocarse en enseñar a escribir, leer, matemáticas, historia, geografía, deberían agregar clases en dominio propio, aprender acerca del poder personal, cómo desarrollar amor propio, cómo integrar al ego con el alma, la importancia de la nutrición y el ejercicio, cómo balancear nuestros siete chakras, que pasa con el alma después de la muerte, la evolución de plantas y animales, cómo trascender el ego negativo y la dualidad, cómo canalizar energía espiritual y elevada, cómo usar los dos hemisferios del cerebro en conjunto, cómo usar mantras y afirmaciones, cómo meditar y aprender a enfocar la mente, cómo hacer negocio usando valores espirituales, las leyes del karma y mucho más.

¿No seria esto un mejor currículo para las escuelas? Esto no significa que las materias donde se enseña geografía, historia o matemáticas no sean importantes, sino que debe haber una mayor integración con la espiritualidad.

¿Que importa si un profesor tiene un doctorado, pero tiene problemas de ego o no sabe como dominar sus emociones? Sin aprender acerca de la conciencia y el alma, lo que se enseña a los niños hoy en día es como ser más como el ego y menos como su ser interior.

También, los niños deben aprender en ambientes de amor incondicional, algo que no está presente en la mayoría de las escuelas del mundo.

A nuestro Dios interior no le interesan las calificaciones o los diplomas si se usan para razones egoisticas.

Las preguntas que las escuelas le deben hacer a los niños son, ¿cual es el mi propósito de vida? ¿Porque encarne en este cuerpo físico?

Desafortunadamente, la forma en la que la educación se practica hoy en día, no lleva a los niños en esta dirección.