El Abismo del Intelecto

No todo lo que leas o escuches es verdad. Lo maestros espirituales más grandes han enseñado sus enseñanzas más grandes a través de su silenciosa presencia, la cual va más allá de tiempo y espacio.

El propósito del uso de las palabras es para guiarnos de regreso hacia ese silencio y hacia nuestra conciencia infinita, la cual es nuestro ser. Las palabras solo son una ayuda, pero no son la verdadera sustancia.

Aprender instrucciones no es suficiente. Saber palabras o teorías sin la experiencia real y directa no te hace un ser iluminado. Así que tenemos que ir más allá de las palabras.

Esto significa que la practica y las disciplinas espirituales son necesarias. Si no practicas, no vas a avanzar. Leer un libro puede inspirarte, motivarte y ayudarte, pero al menos que practiques, tu ser nunca estará satisfecho y nunca obtendrás una iluminación verdadera.

Si estás a punto de comenzar una practica como la meditación, por ejemplo, y algo dentro de ti te dice que no estás listo, debes saber que esa voz es la voz del ego. Debes ir en contra de esa voz y comenzar a practicar y después de unos días, te darás cuenta de lo que es posible si es que continúas practicando.

Leer miles de libros espirituales es un gran avance, pero no debes detenerte ahí. Llega el momento en que debes olvidar todas esas palabras y simplemente comenzar a aplicar lo que has aprendido, de otra forma, nuestro intelecto comienza a contaminarse de miles de teorías y creencias que no nos llevan a ningún lado.

Simplemente abandona todas las teorías y comienza a ir dentro de tu conciencia.

En el momento en que usas tu mente analítica o el intelecto, comienzas a pensar en miles de palabras, opiniones y teorías, las cuales son más que nada inventos de la mente del ego.

El ego es la forma más densa de la obscuridad y es aquí donde se originan todas las guerras, problemas, enfermedades y sufrimiento.

Todo lo negativo viene de esa ilusión de separación y cuando el ego es superado, la luz interna de nuestra conciencia comienza a brillar más fuerte pero la única forma de lograr esto es a través de la practica constante.