El Espíritu y La Ley Mental

Es imposible separar comprensión espiritual del uso correcto de la ley mental. El espíritu dentro de cada ser humano es Dios y solo al grado en que escuchemos al espíritu, podremos realmente tener éxito.  

Pocas personas saben la diferencia entre el espíritu del universo y la ley del universo. El espíritu es la presencia divina mientras que la ley es la fuerza mecánica.

Debemos diferenciar entre una presencia divina actuando como espíritu, algo con lo cual puedes hacer comunión y la ley universal, la cual es simplemente una fuerza. Esta ley es una fuerza ciega, por lo cual, debemos tener mucho cuidado de como la utilizamos. La ley es absoluta y debemos confiar en su acción impersonal, ya que puede hacer lo que sea que nosotros podamos concebir que haga. Esta ley es la ley de la libertad para toda persona que la obedece.

Debemos darnos cuenta de que el espíritu es la entidad que conoce y sabe. Las personas que mas han tenido una sensación de esta presencia divina han sido las personas que más han podido utilizar esta ley, lo cual fue el secreto de Jesús y otros maestros ascendidos.

Todos los días, debemos entrenar nuestro pensamiento para reconocer a este espíritu en todo lo que hagamos o digamos. Una realización constante de la presencia espiritual nos da una sensación de estar acompañados por una divinidad.

No existe ningún record en la historia donde se pueda ver que Jesús en algún momento pidió algo, más bien, su método eres dar gracias y después dar un comando para que esta ley produjera esos resultados y esa es la forma correcta en la cual debemos acercarnos al espíritu para trabajar con la ley mental.

La ley mental está sujeta al espíritu y esta ley es el sirviente del espíritu. El ser humano es espíritu, pero hasta que SEPA que es espíritu, estará usando esta ley solo a medias, ya que no tendrá ninguna comprensión verdadera en la cual pueda depender su fe.

Cada problema que tenemos es principalmente mental y la respuesta a nuestros problemas se encuentra en la realización espiritual.