¿Eres El Jefe De Tus Emociones?

Muchas veces, enojarse en medio de una discusión, es confesar que estás en lo equivocado. La mejor forma de demostrar que estás en lo correcto es controlar tus emociones y nunca permitir que el enojo te gane. Cuando actúas con calma y tranquilidad en una discusión, te darás cuenta de que instantáneamente la otra persona también bajará su tono.

Cuando estés a punto de explotar con enojo, siempre pregúntate, ¿cuales serán los efectos de esta explosión? Si llegas a la conclusión de que tus intereses pueden ser comprometidos o que perderás algo como resultado de ese enojo, entonces debes asegurarte de controlar esa emoción.

Esto no significa que nunca puedes enojarte. El hecho de que el enojo casi siempre es utilizado de mala forma no significa que nunca puedas enojare. El enojo es una emoción que puede tener un gran valor si es aplicado apropiadamente.

Muchos genios y empresarios exitosos han sido personas que han podido dominar sus circunstancias a través del uso o aplicación correcta de esta emoción y muchas veces, es necesario tener este poder dentro de ti para tener éxito en lograr un objetivo ya que el enojo puede servir como gasolina que te ayuda a ir más lejos o preservar más.

Pero siempre que empieces a sentir enojo, asegúrate de hacer algo. Nunca suprimas la emoción o la actividad, ya que, si lo haces, esto solo incrementa la tensión, pero no significa esto que debes explotar en medio de una discusión, sino usar ese poder a tu favor o aplicarlo en algo constructivo. El enojo controlado no es enojo suprimido, es enojo o poder dirigido hacia un objetivo positivo.

Piensa en la siguiente analogía. Un auto puede tener un motor que está en perfecta condición y opera sin ruido o esfuerzo, pero hay un gran poder detrás de ese motor, mientras que otro auto puede tener un motor que hace mucho ruido y parece ser muy poderoso, pero en realidad, es solo un motor que da la impresión de ser poderoso por el ruido que hace cuando en realidad está a punto de descomponerse.

Cuando estés en medio de un problema o una situación difícil y comiences a sentir enojo, quizás sea buena idea respirar unos minutos antes de hacer otra cosa, pero nunca permanezcas en estado de inercia ya que te convertirás como ese motor que termina descomponiéndose.

El enojo, en realidad, es solo la fuerza que te impulse para lograr algo, así que no se trata de apagar esta emoción y nunca sentirla, sino de saber dirigirla hacia un objetivo.

Muchas veces, las personas explotan en medio de una discusión muy simple porque han estado suprimiendo ese enojo por mucho tiempo sin aprender a sacar ese enojo ya sea a través del ejercicio o al usarlo como motivación en otro objetivo.

Las emociones que son suprimidas por mucho tiempo terminan convirtiéndose en actos de violencia una vez que ya no son suprimidas.

Es importante mencionar que una vez que apliques ese enojo hacia una actividad constructiva, siempre debe seguir un acto o ejercicio de relajación, ya sea meditación, leer o simplemente dormir unas horas para que la tensión se apague por completo.

Así que recuerda, el enojo es una emoción que nos indica que estamos en una situación donde debemos actuar. Cualquier ser humano con vitalidad va a responder a una situación de este tipo con un incremento de actividad de algún tipo.

Asegurarte de siempre mantenerte calmado y usar ese enojo a tu favor y nunca suprimas tus emociones, más bien, aprende a liberarlas a través de una válvula de escape que sea para tu beneficio.

Deja tu comentario

Este comentario debe ser aprobado antes de poder ser publicado.