¿Estás Viviendo En Modo De Sobrevivencia?

Hace mucho tiempo en nuestro pasado genético, el ser humano, al igual que la mayoría de los mamíferos del planeta, vivía en un ambiente donde había muchas amenazas para su sobrevivencia. La vida era difícil y la expectativa de vida era corta. En pocas palabras, el ser humano estaba sujeto a los peligros de la naturaleza.

Estar en modo alerta de estas amenazas mantenía vivo al ser humano y fue gracias a ese modo de sobrevivencia lo cual también protegió la línea genética del ser humano.

Pero los tiempos han cambiado y el tipo de amenazas y peligros a los cuales nos enfrentamos hoy en día han cambiado. Quizás en esos tiempos pasados, el ser humano no tenia que preocuparse de un posible ataque terrorista, pero todos los días tenían que enfrentarse a amenazas como predadores, enfermedades, hambre y las fuerzas de la naturaleza.

Pero lo que no ha cambiado es que la mayor parte de las conexiones sinápticas del cerebro que eran usadas para mantenerse en modo de sobrevivencia, siguen activándose en nuestro cerebro todos los días, aun cuando ya no hay que escapar de un tigre.

Esas respuestas del cerebro, las cuales se han convertido en instinto, son conexiones sinápticas, las cuales están firmemente establecidas en el cerebro.

Cuando una respuesta de sobrevivencia es activada, el cerebro usa el sistema nervioso simpático para incrementar el latido del corazón, así como la presión sanguínea, reduce la cantidad de flujo de sangre que alimenta a los órganos encargados de la digestión, libera hormonas que le dan al cuerpo energía, dilata las pupilas y permite una mayor transferencia de oxígeno a nuestros pulmones. Todos estos cambios le permiten al cuerpo a entrar en modo de sobrevivencia para que pueda escapar del peligro o quedarse y pelear.

En la evolución, esta reacción estaba establecida en la forma de una conexión sináptica en el cerebro de la mayoría de los mamíferos y se activaba cada vez que se encontraban con una amenaza.

Cuando mantenemos nuestra atención en nuestro medio ambiente y en nuestro cuerpo todo el tiempo, estamos viviendo en modo de sobrevivencia. Esto ocurre cuando anticipamos un evento en el futuro basándonos en una memoria del pasado.

Gracias al tamaño de nuestra neo corteza, tenemos una habilidad más grande de aprender y recordar que cualquier otra especie, lo cual significa que tenemos la habilidad de predecir, prepararnos o anticipar un momento en el futuro. Cuando la neo corteza se da cuenta de que algo ha cambiado en el medio ambiente, inmediatamente se prepara para la acción para poder responder, ya sea escapando o peleando y después, regresa a un estado de balance.

Si no estamos viviendo en el momento presente y estamos todo el tiempo anticipando con miedo o ansiedad el futuro, estamos viviendo con una mentalidad de sobrevivencia. Cuando esto ocurre, estamos usando los mismos circuitos que nuestros ancestros usaban cuando tenían que escapar de un tigre. Estamos viviendo en modo de sobrevivencia porque estamos activando los mismos pensamientos que crean una mentalidad de sobrevivencia.

Cuando vivimos en modo de sobrevivencia, empezamos a pensar que el medio ambiente es más real que nuestro mundo interno y nos empezamos a identificar más con nuestro cuerpo que con nuestra conciencia, lo cual es lo que realmente somos.