Evolución, Cambio y Neuroplasticidad

Como seres humanos, tenemos la capacidad única de cambiar. A través del lóbulo frontal del cerebro, podemos ir más allá de los comportamientos pre programados que están genéticamente guardados en nuestro cerebro, como si fuera el historial del pasado de nuestra especie.

Ya que nuestro lóbulo frontal está más evolucionado que el lóbulo frontal de cualquier otra especie en el planeta, tenemos un gran potencial para adaptarnos a cambios en el ambiente.

Es verdad que mucho de nuestro comportamiento está genéticamente predeterminado. Todos los organismos han sido creados para ser lo que expresan genéticamente y también es verdad que nuestros genes afectan nuestra realidad. Pero, no estamos condenados a vivir una existencia basada en nuestras generaciones previas y tampoco estamos condenados a no poder contribuir a la evolución de las próximas generaciones. Podemos participar en el progreso de nuestra especie porque nuestro cerebro tiene la capacidad de evolucionar y estos cambios en el cerebro quedan codificados en nuestros genes, para nosotros y para las próximas generaciones.

La ciencia de la biología molecular nos dice que nuestros genes se pueden cambiar al igual que las células de nuestro cerebro. Al aprender a controlar nuestros pensamientos y reacciones, podemos intencionalmente crear el químico perfecto para llevar al cuerpo y al cerebro de un estado de estrés a un estado de regeneración y cambio. En pocas palabras, podemos escaparnos de los limites de nuestra biología y convertirnos en seres más evolucionados.

En cuanto a la evolución, el cambio es el único elemento que es universal o consistente para cualquier especie en este planeta. Evolucionar es cambiar al adaptarte a nuevo medio ambiente. Nuestro medio ambiente como seres humanos es todo aquello que crea nuestra realidad. Cambiar significa ser diferente, una modificación en la forma en la que piensas, actúas, sientes y las cosas que dices.

El cambio personal necesita fuerza de voluntad y muchas veces, una persona decide cambiar solo después de una crisis o algún problema. Evolucionar es superar las condiciones de nuestra vida al cambiar algo dentro de nosotros.

Podemos cambiar nuestro cerebro para ya no caer en las misma reacciones repetitivas y habituales de siempre que hemos heredado por nuestra genética o por experiencias pasadas.

Nuestra habilidad de neuroplasticidad, la cual es la habilidad de recrear y crear nuevos circuitos neuronales en el cerebro sin importar la edad, es equivalente a nuestra habilidad de cambiar nuestra mente, nuestros pensamientos y nuestra realidad.

Romper el ciclo habitual de pensar, hacer y sentir es lo que te permite crear una nueva realidad y esto se logra gracias a la neuroplasticidad y lo mejor de todo, es que la neuroplasticidad crea cambios permanentes al hacer nuevas conexiones neurológicas. En pocas palabras, cambias tu mente al alterar la forma en la que ciertas conexiones en el cerebro se activan, lo cual te hace comenzar a pensar, actuar y ser una persona diferente.

Hasta hace pocos años, la creencia era que nuestra genética crea nuestra realidad y que no hay nada que se pueda hacer al respecto.

Cambiar y evolucionar no es proceso cómodo. Superar nuestros programas genéticos y adaptarnos a nuevas circunstancias requiere fuerza de voluntad y determinación.

El cerebro está estructurado, macroscópica y microscópicamente, para absorber y participar con nueva información y después guardar esa información. Cuando dejamos de aprender nuevas cosas y todo lo que hacemos todos los días se vuelve un habito, entonces estamos viviendo una rutina, básicamente, viviendo en el pasado.

Pero nuestro cerebro no está diseñado para dejar de aprender. Cuando dejamos de actualizar nuestro cerebro con nueva información, el software del cerebro se vuelve anticuado, lleno de programas de comportamiento que ya no nos van a ayudar a nuestra evolución.

Nuestro cerebro es el instrumento perfecto que nos permite evolucionar rápidamente y hacer grandes cambios en nuestra vida, es simplemente una cuestión de elección.

La verdad es que nuestro cerebro tiene una capacidad ilimitada de flexibilidad, adaptabilidad y neuroplasticidad que nos permite recrear nuestros circuitos neuronales para producir el tipo de pensamiento y comportamiento que deseamos.

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