Fe

¿Qué pasaría si de verdad comenzamos a creer que existe una inteligencia en este universo que mantiene todo en orden y que existe una fuerza que mantiene todo en movimiento sin nuestro esfuerzo consciente? ¿Qué pasaría si todos los días comenzamos a ver esa inteligencia en nuestra vida? ¿Y qué pasaría si comenzamos a creer que le importamos a esta inteligencia y que esta fuerza quiere darnos todo lo que sea que pidamos o necesitemos?

Nuestro cuerpo físico está en movimiento en cada momento, con una multitud de mecanismos con un gran diseño y efectividad. Nuestros corazones laten, nuestros pulmones respiran, nuestro cabello crece y todo esto sin nuestro esfuerzo consciente.

Los planetas giran al rededor del sol, las semillas se convierten en flores. El movimiento de estos organismos funciona dentro de este sistema natural, pero debes saber que tu también eres parte de ese sistema natural, al igual que yo y todos los otros seres humanos.

Nosotros también podemos permitir que nuestra vida sea dirigida por esa misma fuerza que hace que una semilla se convierta en una flor.

Confiar en esta fuerza o inteligencia del universo es tener fe y la fe es creer que el universo está de nuestro lado y que el universo sabe lo que está haciendo.

La fe es una conciencia de que existe una inteligencia positiva, que está trabajando constantemente en cualquier dimensión del universo y debemos saber que intentar manipular o forzar esta fuerza solo causa interferencia. Es nuestra disposición a relajarnos lo cual hace que trabaje de mejor forma.

Sin fe, estamos intentando controlar nuestra realidad como personas locas y desesperadas, pero aquello que estamos tratando de controlar se desarrolla mejor si no interferimos nosotros. Sin fe, básicamente estamos perdiendo el tiempo,

Existen leyes objetivas que aplican para los fenómenos del mundo físico y material, por ejemplo, la gravedad o la ley de termodinámica. En el caso de la gravedad, no tenemos que tener fe en que existe la gravedad, simplemente lo sabemos.

También hay leyes objetivas para el mundo no físico y estos dos conjuntos de leyes, aquellas que reinan lo externo y aquellas que reinan lo interno, son paralelas.

Externamente, el universo apoya a nuestra sobrevivencia física y esto lo podemos ver en procesos como la fotosíntesis. Es importante respetar estas leyes o si no, ponemos en riesgo nuestra sobrevivencia física.

Internamente, el universo también nos apoya, emocional y psicológicamente.

El equivalente interno al oxigeno, lo que necesitamos para sobrevivir, es la emoción del amor. Cuando contaminamos nuestra mente con pensamiento de enojo, tristeza, envidia, odio, juicio y revancha, estamos poniendo en riesgo nuestra sobrevivencia emocional.

Estas leyes no fueron inventadas, fueron descubiertas, así que no dependen de nuestra fe para existir. Tener fe en ellas es simplemente una forma de mostrarle al universo que entendemos como funciona para de esta forma, vivir en la armonía de esta inteligencia.

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