La Adicción A La Materia

Para poder vivir nuestra esencia espiritual, es muy importante que nos liberemos de las cadenas de la materia que retrasan nuestro progreso.

La mayoría de la población del mundo se ha vuelto adicta a la forma tridimensional de este plano y a la intensidad y drama de la vida física. Estas personas se han identificado tanto con el cuerpo que, de cierta forma, están atados psicológicamente a el.

La adicción a la materia y a la emoción son los obstáculos más grandes para el desarrollo espiritual y estas adicciones se convierten en las energías primarias en el proceso de reencarnación.

Las regiones de vibración densa del plano astral, por ejemplo, son similares a un duplicado energético de las vibraciones del plano físico, lo cual significa que si en este plano eres adicto al alcohol, la comida o las drogas, esa adicción continuara manifestándose aun después de la muerte.

Esto es especialmente verdadero para adicciones psicológicas, ya que son creadas y mantenidas por la mente. Este tipo de adicciones incluyen el apego a ciertas personas, lugares, dinero, estilo de vida, estatus social y la necesidad de tener poder sobre otros.

Todo lo visible e invisible de este universo es una forma de energía y no hay forma de escaparnos de las creaciones energéticas de nuestra propia mente. Debemos conquistar nuestras adicciones personales y diferentes apegos o ataduras, ya que estas son las anclas que nos hacen regresar a este plano una y otra vez.

Uno de los beneficios de las exploraciones o experiencias espirituales es que nuestra habilidad para resolver estas adicciones y ataduras se expande.

Para poder liberarte de la adicción a la materia, recuerda lo siguiente.

El alma no posee ningún tipo de forma. Nosotros, somos conciencia pura.

Todo tipo de forma es temporal. Nuestro cuerpo físico es solo un vehículo temporal de nuestra conciencia.

Muchos seres humanos se vuelven adictos s a sus cuerpos, a las sensaciones y emociones asociados con el cuerpo.

La obsesión con la materia es una de las causas principales de la reencarnación.

Nuestra gran tarea es despertar y vivir conscientemente nuestra esencia espiritual, más allá de los limites del cuerpo físico.