La Enfermedad Es Impersonal

La palabra “enfermedad” en ingles es “disease”. Esto nos ayuda a entender mejor el concepto de la enfermedad, ya que, si la palabra “ease” es facilidad, entonces “disease” es dis-ease, falta de armonía o facilidad. En pocas palabras, una enfermedad es un estado ausente de normalidad.

Al tratar una enfermedad con la mente, es necesario saber que la enfermedad no es una entidad, así como la oscuridad no es una entidad, es solo la ausencia de la luz.

La enfermedad es algo impersonal, pero intenta operar y personificarse así misma, a través de la fuerza del pensamiento, la cual se vuelve una convicción en la mente de la persona que tiene la enfermedad.

No importa cual sea su origen, la enfermedad es una experiencia que opera a través de las personas, pero que no les pertenece a estas personas. Debemos reconocer que la enfermedad no es una persona, ni lugar ni objeto y que no hay una ley espiritual que apoye la enfermedad.

Lo primero que debemos hacer es separarnos de la creencia que la enfermedad es algo personal o que nos pertenece a nosotros y de esta forma, comenzamos a vernos como seres espirituales que no estamos sujetos a esas creencias y que, como ser espiritual, somos perfección.

Si en tu mente puedes ver solo perfección y totalidad, entonces la salud comienza a manifestarse en tu cuerpo.

Una vez que reconoces que la mente, inteligencia o espíritu son el plano donde ocurre todo el movimiento, entonces puedes de forma consciente comenzar a repetir afirmaciones o enfocarte en una imagen que represente perfección, salud y totalidad.

Siempre separa la condición de enfermedad de ti mismo o de la persona que estés intentando sanar. Nunca hagas que la enfermedad sea algo personal o que le corresponda a alguna parte del cuerpo, ya que los pensamientos son cosas.

La enfermedad tiene origen en la mente, esto significa que debe ser el resultado de un estado de conciencia.

La gran mayoría de las veces, la enfermedad es causada como resultado de una combinación de pensamientos destructivos, es decir, no necesariamente es causado por un pensamiento en particular, sino por una combinación de pensamientos o en otras palabras, un estado de conciencia.

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