La Relación Entre Perdonar y Manifestar

Algunas personas cometen el error de pensar que el acto de perdonar es como un favor que le hacemos a aquellas personas que están menos desarrolladas espiritualmente y no solo eso, sino que mucha gente perdona, pero con la actitud de que la persona a la cual están perdonando no merece realmente ser perdonada y esta es la actitud totalmente opuesta a la actitud de ágape, amor incondicional, la cual es esencial para poder manifestar.

Nuestra preocupación no debe ser si alguien merece ser perdonado o no. Perdonar no tiene que ver con la otra persona, sino con nosotros mismos, ya que el acto de perdonad abre la llave que permite que nuestro poder fluya y nos empodera y automáticamente entramos al estado mental de ágape.

Tampoco se trata de ser una “buena persona” o alguien amable, sino de realmente limpiar nuestro camino para poder tener el poder absoluto de manifestar.

Para poder entrar a este estado verdadero de perdonar, también es importante darnos cuenta de que al final, todos atraemos a nuestra realidad lo que somos en nuestra profundidad. Desde esta perspectiva, nadie tiene la culpa de nada de lo que pasa en nuestra vida, nosotros somos creadores absolutos de nuestra realidad.

Culpar a otros significa que no entendemos bien cómo funciona la realidad y que no estamos practicando la virtud de amor incondicional. El estado de ágape era el estado mental que Jesús demostró y sin saberlo, esas enseñanzas coinciden con los fundamentos de la física quántica y de la manifestación de la realidad.

El estado de ágape no es un estado que describe una emoción, es más bien, el estado fundamental de la realidad.

La realidad fundamental en la física que creó el universo es la frecuencia de ágape. La forma en la que cooperamos con el universo para interactuar con el campo quántico y de esta forma manifestar se logra al crear una conciencia de ágape, en pocas palabras, tener la misma conciencia que la conciencia del creador del universo.

Así que el mensaje de Jesús acerca del perdón fue más bien un mensaje que nos enseña cómo interactuar con el campo quántico para poder manifestar y cambiar la estructura de nuestra realidad.

Si no cambiamos nuestra conciencia, seguiremos enviando al universo los mismos mensajes que han creado nuestra realidad actual y por esta razón es importante perdonar, practicar amor incondicional y vivir en la frecuencia de ágape.