La Unión Entre Nuestros Sentidos Internos y Externos

Nuestra mente consciente es nuestra herramienta para examinar nuestro universo físico. En conjunto con nuestros cinco sentidos, estructura la forma en que procesamos información. Con esta mente consciente, tomamos decisiones como quienes somos y en que creemos, sin embargo, nuestra mente consciente también puede ir más allá de nuestra versión de la realidad e ir a territorios psíquicos de información infinita.

La mente consciente es, entonces, nuestra herramienta para explorar los reinos internos y externos de conciencia. Es el vehículo que usamos para cuestionar nuestra vida y lugar en el universo.

Aparte de nuestros cinco sentidos, existen también sentidos internos, los cuales son igual de validos y reales. Mientras que nuestros sentidos físicos nos permiten percibir nuestra vida a través de un filtro, los sentidos internos nos guían y nos permiten explorar nuestra realidad interna.

Al usar estos sentidos internos, podemos tener acceso a conocimiento de nuestra alma y ser interior, incluyendo la naturaleza del universo, su estructura y propósito.

Cuando entramos a estados alterados de conciencia, ya sea por disciplinas como meditación o el uso de drogas alucinógenas, cambiamos nuestro canal y comenzamos a usar nuestros sentidos internos.

Cuando empezamos a usar nuestros sentidos internos, comenzamos a percibir la realidad tal y como existe independientemente del mundo físico.

El uso de estos sentidos internos nos permite tener experiencias de clarividencia y telepatía, ya que nos volvemos independientes de la materia física.

Al comenzar el proceso de cambio a través de la creación consciente, empezamos a desarrollar estas habilidades automáticamente.

Es la combinación de nuestros sentidos externos con nuestros sentidos internos lo cual nos permite alcanzar nuestro máximo potencial.

La mente consciente, aunque está llena de escepticismo, debe permitir el procesamiento de nueva información que viene del reino invisible, ya que esta información viene de nuestro ser interior, el cual no tiene nada que ver con materia, espacio o tiempo.