Las Afirmaciones Estimulan Tu Energía de Vida

Nuestras palabras son energía de vida o fuerza vibratoria cósmica. En la parte trasera de nuestro cerebro se encuentra la puerta por la cual entra esta fuerza cósmica.

Es este poder cósmico el que sana cualquier enfermedad o problema.

La medicina, los masajes terapéuticos o cualquier otro tipo de tratamiento ayudan a crean condiciones de armonía en el cuerpo, sin embargo, son solo métodos externos que ayudan a esta energía de vida a que logre sanar una enfermedad, pero el poder verdadero se encuentra en esa energía de vida.

Si la mente tiene el poder de crear enfermedades, entonces también puede crear salud perfecta. El poder de la mente es el que mantiene en función todos los procesos vitales del cuerpo y es la mente quien supervisa la producción de células del cuerpo.

Cualquier persona se puede curar de una enfermedad a través de las afirmaciones que estimulan la imaginación, pero la imaginación no es el poder que cura, sino es lo que estimula esta energía de vida a que permita curar la enfermedad. Por ejemplo, en el caso de un brazo paralizado, el uso de la imaginación ayuda a que la energía de vida comience a fluir a ese brazo y de esta forma, pueda regenerar los tejidos nerviosos del brazo.

La repetición de las afirmaciones debe ser firme y continua, para que esta energía de vida pueda ser estimulada. Nunca olvides el poder que tiene una afirmación si la repites de forma enfocada y profunda.

El éxito de nuestras afirmaciones depende principalmente de dos factores. Primero, la potencia de la semilla y segundo, la fertiliza de la tierra donde se plantará la semilla. Igualmente, al curar a otra persona, los dos factores más importantes son el poder del sanador, así como la receptividad de la mente del paciente.

Las personas que tienen el don de sanar a otros, no lo hacen por suerte, sino a través de conocimiento exacto, especialmente, conocimiento a cerca de esta energía de vida. Incluso, personas que no sean tan espirituales, pueden sanar su cuerpo al visualizar como esta energía de vida fluye a una cierta parte de su cuerpo.

Los resultados dependen principalmente de la activación correcta de esta energía de vida, así como los estados conscientes y subconscientes de la persona.

La duda inmoviliza esta energía de vida y previene la sanación. El esfuerzo y el enfoque son esenciales para lograr adquirir el grado de fe o imaginación para activar esta energía de vida. Sin fe, esta energía permanece inactiva.

Si afirmas, “yo soy sano”, pero al mismo tiempo no crees en esas palabras, es lo mismo a tomar una medicina y a la vez tomar veneno.

En el uso del poder del pensamiento como medicina, debemos tener cuidado para no neutralizar o cancelar los efectos de nuestro poder.

Para tener éxito, nuestro pensamiento debe estar impregnado con tanto poder y fe que se pueda resistir a la oposición de cualquier pensamiento opuesto.

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