Las Leyes Que Gobiernan El Poder De La Oración

Algo que puede decepcionar a muchas personas es la creencia de que Dios es un ser que vive muy lejos, a quien se le debe pedir cosas con temor, dudando si este ser concederá el deseo o si hay forma de convencerlo.

Es difícil pensar que un Dios universal le importa más una persona que otra. No hay forma de que este Dios sea amable y de buen humor un día y el otro día de enoje y castigue. No puede haber un Dios que nos cree de forma individual y al mismo tiempo nos castigue por nuestros errores.

Dios es una presencia universal, es un observador impersonal y es una energía que da incondicionalmente y siempre está buscando nuevas formas de expresarse a través de creaciones individualizadas.

La mayoría de las personas que creen en Dios, también creen en el poder de la oración, pero la idea de la oración cambia cuando nuestra idea de Dios cambia. Pero debemos tener en cuenta que aquellas oraciones que son efectivas son efectivas porque contienen o incluyen ciertos principios universales, los cuales, si son comprendidos, pueden ser utilizados conscientemente.

Si Dios ha contestado una oración de alguien una vez, entonces Dios siempre contesta las oraciones, ya que es una presencia o una energía que no cambia, solo crea y se expresa de maneras ilimitadas. Si fracasamos al hacer nuestra oración, es por causa de nuestra ignorancia de la naturaleza de esta presencia llamadas Dios.

Se dice que el reino del cielo está dentro de nosotros y es cuando nos volvemos conscientes de esta unión con esta presencia universal cuando todas las creencias de maldad, enfermedad, limitación y muerte comienzan a desaparecer. Ya no tenemos que rogar o pedir, simplemente reconocer y dar gracias a esta presencia.

Una ley esencial en la oración es no tener una conciencia separada de esta presencia, es decir, no debe haber ningún pensamiento que nos niegue o nos separe de esta unión con nuestro espíritu.

El secreto del poder espiritual está en tener una conciencia único a la conciencia de la presencia universal, la cual está en todos y en todo.

Dios se manifiesta a través de todos los seres humanos. No hay dos personas iguales, cada uno tiene su lugar en el universo de la mente y cada uno vive en esta mente, cada uno hace contacto con esta mente a través de su conciencia y su mentalidad, de forma individual, obteniendo de esta mente según su conciencia.

Si una persona hace su conciencia receptiva a la idea del amor, se vuelve una persona llena de amor, que recibe y da amor. Esa persona se vuelve amor según el grado de su conciencia. La persona que tenga una conciencia receptiva a la idea de paz, se vuelve una persona llena de calma y paz interior. La persona que se vuelve receptiva a través de su conciencia a la idea de prosperidad, se vuelve una persona rica y abundante.

Si tenemos la idea de que Dios es como un dictador, algo separado de nosotros, entonces seguramente nos vamos a sentir desconectados de esta presencia infinita. Pero si sabemos que Dios es la presencia que está dentro de nosotros, nuestra oración siempre se manifestará según la presencia o la conciencia que tengamos en el momento presente.

Así que al hacer una oración, debemos cerrar los ojos, respirar, relajarnos e ir a las profundidades de nuestra mente, en donde podemos hablar con esta presencia sabiendo que esta presencia sabe y escucha y por ultimo, sentir esta presencia en nuestra propia conciencia todo el tiempo.

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