Ley Espiritual del Éxito #4- La Ley del Esfuerzo Mínimo

La inteligencia de la naturaleza funciona sin esfuerzo. Cuando nos sintonizamos a la energía de la armonía, felicidad y amor, creamos éxito sin esfuerzo.

Esta ley se basa en el hecho de que, en la naturaleza, todo funciona sin ningún tipo de resistencia y este es el mismo principio de la armonía y el amor. Cuando aprendemos esta lección de la naturaleza, el arte de la manifestación se vuelve más fácil.

Si observas la naturaleza, te darás cuenta de que siempre existe un esfuerzo mínimo. El pasto, por ejemplo, no intenta crecer, solo crece. Los peces no intentan nadar, solo nadan. Las aves no intentan volar, solo vuelan.

En la literatura védica, existe una filosofía que se llama el principio de la economía del esfuerzo, el cual básicamente se basa en hacer menos y lograr más. Este principio ocurre cuando llegas a un estado de ser en donde haces poco, pero logras mucho y esto significa poder manifestar un deseo con un mínimo esfuerzo. Aquello a lo cual muchas veces le llamamos milagro, en realidad es la expresión de esta ley.

La inteligencia de la naturaleza funciona sin esfuerzo y sin fricción. Es no linear y es intuitiva. Cuando estamos en armonía con la naturaleza, podemos aplicar esta ley.

Aplicamos un esfuerzo mínimo cuando nuestras acciones están motivadas por la emoción del amor, ya que la energía del amor es lo que sostiene a la naturaleza.

Cuando tratamos de buscar poder y manipular a otros, gastamos nuestra energía. Cuando buscamos dinero y fama solo para gratificar al ego, desperdiciamos esta energía. Pero cuando nuestras acciones son motivadas por el amor, nunca se desperdicia nuestra energía, al contrario, se multiplica.

Puedes pensar en tu cuerpo como una maquina que controla energía, la puede generar, guardar o usar. Si sabes como generar, guardar o usar energía de forma eficiente, entonces podemos crear algo como una cantidad enorme de riqueza con un esfuerzo mínimo.

Pero darle atención al ego es la forma más rápida de consumir y desperdiciar tu energía. Cuando dejas de darle atención al ego y liberas tu energía, la puedes redirigir a otro canal y crear lo que tu quieras aplicando esta ley del esfuerzo mínimo.

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