Ley Espiritual del Éxito #6- La Ley del Desapego

En el desapego se encuentra la sabiduría de lo desconocido y en esa sabiduría se encuentra la libertad de nuestro pasado, de lo conocido y rutinario, lo cual es solo un resultado de nuestro condicionamiento pasado.

Al caminar hacia lo desconocido, entramos al campo de todas las posibilidades y de esta forma soltamos todo ante la mente creativa del universo.

Esta ley nos dice que, si hay algo que queramos manifestar, debemos desapegarnos de ello. Esto no significa que no debes enfocarte y darle atención a tu deseo, sino que debes desapegarte del resultado.

Esto es realmente muy poderoso, ya que en el momento en que te desapegas del resultado y combinas este desapego con el poder de la intención es cuando más rápido ocurre la manifestación.

Cualquier deseo que tengas se puede manifestar a través del desapego, ya que el desapego se basa en creer y conocer el poder de tu verdadero ser. Por otra parte, el apego, se basa en miedo y en inseguridad.

La fuente de la riqueza y de la abundancia, por ejemplo, se encuentra en nuestro ser verdadero, en nuestra conciencia.

El desapego viene de una conciencia de pobreza mientras que el desapego viene de una conciencia de riqueza. La riqueza verdadera es la habilidad de poder tener lo que sea, cuando sea y sin esfuerzo. Para lograr esto, es necesario aceptar lo desconocido ya que es en ese desconocido donde podemos crear libremente lo que queramos.

El apego viene de la inseguridad, ya que se basa en permanecer en lo conocido, ¿pero que es lo conocido? Es simplemente nuestro pasado. No existe evolución en lo conocido.

Por otro lado, en la incertidumbre existe tierra fértil de creatividad y libertad. La incertidumbre significa entrar a lo desconocido en cada momento de nuestra existencia.

Lo desconocido es ese campo de posibilidades y potenciales. Debemos eliminar nuestro apego a lo conocido y entrar a lo desconocido.

Una característica de este campo de potenciales es la correlación infinita. Este campo contiene una infinidad de potenciales que pueden manifestar nuestros deseos, pero cuando vivimos apegados, nuestra intención se congela y perdemos la oportunidad de creación.