Los Cuatro Enemigos del Corazón Pt. 2

En el articulo anterior, hablamos acerca de los dos primeros enemigos del corazón, culpa y enojo.

En esta segunda parte, vamos a hablar de los otros dos enemigos del corazón y vamos a comenzar con la avaricia.

Avaricia (yo me debo). Las personas avaras creen que merecen todo lo bueno que reciben y no solo eso, creen que deben recibir todo lo bueno aun cuando no lo merecen, ya que viven con un mantra que dice “lo que es mío es mío porque me lo he ganado y quiero aun más”.

Como la persona enojada, la persona avara tiene algo que decirnos y por lo general es una historia que explica porque son avaras, por ejemplo, muchas personas que tuvieron una infancia de limitación se vuelven adultos avaros por miedo a perder lo que tienen.

A diferencia del enojo o la culpa, la avaricia se disfraza a través de virtudes como el ahorro. Las personas avaras por lo general son buenas planeando y saber planear puede ser una virtud. Así que es fácil de esconder la avaricia, pero también es fácil de darse cuenta cuando alguien es una persona avara.

Estas son características de personas avaras-

Se preocupan mucho por el dinero.

No les gusta dar a otros.

No les gusta compartir.

No saben perder.

Se pelean o discuten por pequeñas cantidades de dinero.

Crean una energía de escasez.

No sienten gratitud.

No están contentos con lo que tienen.

La avaricia no conoce limites socioeconómicos, ya que hay personas pobres avaras y personas ricas avaras. El problema no es económico, sino es de corazón.

La emoción del miedo es el motor detrás de la avaricia y por lo tanto, las personas avaras rara vez sienten paz dentro de mismos.

Celos (Dios me debe). Cuando pensamos en la emoción de los celos, inmediatamente pensamos en cosas que otros tienen y nosotros no. De alguna forma, creemos que, si Dios nos hubiera cuidado, nosotros tendríamos también lo que otros tienen.

Aun con personas ateas, existe la creencia de que un creador o una inteligencia no nos dio lo que si les dio a otros.

La razón principal por la cual las personas a quienes les tienes envidia no pueden hacer nada al respecto para ayudarte, es porque ellos no son el problema. Aun cuando la persona a quien le tienes envidia sufre una perdida que temporalmente te da satisfacción, esa no es la razón del problema y hasta que sepas como resolver el problema que está en tu corazón, serás incapaz de sentir amor incondicional hacia todos y vivir en la frecuencia de ágape.

Así que esos son los cuatro enemigos del corazón, culpa, enojo, avaricia y celos.

Una buena idea es a partir de este momento dejar de actuar como un contador que anota quien le debe y a quien se le debe. Es nuestra decisión cancelar cualquier deuda y hacer lo necesario para crear salud y felicidad en nuestro corazón.

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