Los Frutos de Estar Presente Pt. 1

Todo aquello en lo cual sembremos semillas de positividad, presencia y enfoque nos dará grandes frutos en nuestra vida.

Una de las semillas más importantes que puedes plantar en tu vida es la semilla de la presencia o, en otras palabras, aprender a estar presente en tu vida diaria.

A través de la meditación y técnicas de respiración consciente, es cómo podemos expandir nuestra conexión con el momento presente cada vez más, y esto es una de las cosas que más beneficios te va a traer en tu vida.

Mucha gente cree erróneamente que practicar meditación es solo para relajar tu cuerpo y estar en calma, y aunque eso es definitivamente un beneficio que obtenemos de la meditación, en realidad, los frutos de aprender a estar presente y conectarte con tu presencia son muchos más.

En este artículo, analizaremos la primera parte de estos beneficios.

1. Respondemos en vez de reaccionar. Cuando nos damos cuenta de que somos responsables por la calidad de nuestra experiencia de vida, estamos menos inclinados a reaccionar a nuestras circunstancias, sin importar cómo aparezcan. La persona que reacciona muestra un comportamiento inconsciente. Entre más presente te vuelvas, más conciencia muestras en tu existencia.

2. Tenemos más energía. Al volverte más presente, te das cuenta de que el mundo es un espejo que nos refleja ciertas actitudes. Esto es valioso porque nos permite dejar de invertir tanta energía en enojo, resentimiento y miedo. Al dejar de darle tanta atención a esas emociones, nuestra vitalidad incrementa.

3. Superamos la procrastinación. Cuando vivimos en el tiempo, creamos en nuestra mente muchos planes que vamos a lograr cuando el tiempo sea correcto. Sin embargo, el tiempo nunca es correcto si constantemente estás en el pasado o futuro. Al acumular conciencia del momento presente, descubrimos que el único tiempo correcto es ahora.

4. Completamos tareas y trabajos de forma fácil, eficiente y sin esfuerzo. Cuando no estás presente, puede ser que estés haciendo un trabajo pero que tu atención esté en tu diálogo interno. Al aprender a estar presente, el enfoque en cualquier actividad que hagas incrementa, lo cual permite que cualquier tarea o trabajo se logre de forma más fácil y rápida.

5. Dejamos de apresurarnos. Al volverte presente, dejas de ir en contra de la corriente. Damos lo mejor cada día pero sin apresurarnos, ya que nos damos cuenta de que apresurarse es una forma de inconscientemente manifestar la experiencia de la tardanza. Es como si cambiáramos una conciencia que se fija solo en el destino, a una conciencia que disfruta el camino al destino.

6. Nos volvemos menos resistentes a los cambios de la vida. Al acumular presencia en nuestro cuerpo, nos damos cuenta de que todo lo que ha ocurrido en nuestro pasado, especialmente los retos, fue material crudo para el desarrollo de nuestras emociones y evolución. Nos damos cuenta de que la felicidad es diferente a la alegría auténtica, ya que la felicidad es un estado que cambia. La alegría auténtica es un estado que no es emocional; simplemente es un estado donde fluyes sin resistir, especialmente en los momentos más retadores de tu vida.

7. Sentimos más conexión con nuestra familia. Nuestra familia es muchas veces el espejo más claro de todo el trabajo interno que debemos hacer. Hasta que te des cuenta de esta verdad, estar y convivir con tu familia siempre será difícil, ya que la familia refleja todo aquello de nosotros que quizás no nos gusta y es nuestra familia quien más presiona nuestros botones emocionales. A través de la presencia, logramos sentir paz al estar a su alrededor porque comenzamos a integrar ciertas emociones que teníamos que ser integradas.

8. Circunstancias y personas dejan de molestarnos. Cuando conscientemente elegimos responder al reflejo del espejo en vez de reaccionar al espejo, aquellas cosas que antes nos molestaban mágicamente comienzan a desaparecer de nuestra vida. El cambio milagroso no es que esas personas o cosas han desaparecido, sino que tú has cambiado algo dentro de ti, lo cual significa que has cambiado tu relación con tu propia presencia y experiencia de vida.

En el siguiente articulo, vamos a continuar explorando los beneficios de volverte presente en tu vida.