Los Hábitos de la Emoción

Cada momento de nuestra vida es un momento lleno de una infinidad de probabilidades. Constantemente seleccionamos una probabilidad y en el siguiente momento tenemos la opción de elegir otra.

Las probabilidades que elegimos son aquellas que están alineadas con nuestros propósitos, deseos e intenciones y esta elección de probabilidades es lo que crea nuestra realidad.

Mientras que tenemos esta infinidad de probabilidades a nuestra disposición (y para elegir una solo tenemos que volvernos conscientes de esa probabilidad), también tenemos estados mentales o emocionales de fracaso, depresión, enfermedad crónica, odio, victimización y otras cosas que atraemos a nuestra vida cuando no vivimos de forma consciente.

Las creencias son quizás la fuerza más grande que influye en la selección de probabilidades, sin embargo, existe una fuerza muy poderosa que constantemente usamos para elegir estas probabilidades. Esta fuerza es una fuerza creativa y por lo general, la usamos de forma inconsciente. Esta fuerza se llama emoción.

Las creencias generan emociones al activar señales en nuestro cerebro para que envíe la emoción que asociamos con una creencia al cuerpo. Después de consistentemente responder de misma forma a una creencia, la emoción que se genera se vuelve codificada en nuestro patrón neurológico.

Las emociones se vuelven hábitos. Ya sea que nos empoderen o nos limiten, depende de que asociaciones estas creencias generan en nuestra mente.

Muchas personas viven su vida en un estado permanente de limitación por culpa de estas creencias limitantes, ya que se han vuelto hábitos de pensamiento. Pero de estos hábitos de pensamiento surgen hábitos de emoción y la emoción es lo que acelera el proceso de creación.

Lo que usualmente ocurre en el proceso de creación consciente es que, al ponernos objetivos, identificando y limpiando creencias y visualizando la manifestación de estos objetivos, alteramos la asociación que tenemos con ciertas creencias.

Cuando antes nos veíamos como un fracaso, ahora nos podemos ver como personas exitosas. Cuando antes nos sentíamos débiles, ahora nos podemos sentir como si estamos en control de nuestra salud. Lo que ha ocurrido es que hemos cambiado de negatividad a positividad al crear nuevos hábitos de pensamiento lo cual crea también nuevos hábitos de emoción.

Para que te des cuenta de cómo la emoción se puede volver un hábito que te ayude a acelerar tu proceso de creación consciente, haz una lista con todas tus creencias negativas y limitantes y haz otra lista con todas tus creencias que te empoderen.

Lee la lista de creencias negativas primero, cierra tus ojos y solo permítete sentir la emoción negativa y limitante que resulta de creer en esas creencias. Ahora, lee la otra lista de creencias que te empoderen, cierra tus ojos y siente cómo te hacen sentir.

En cada momento, puedes elegir que creencias tener, pero si esto es complicado, puedes también enfocarte en cómo quieres sentirte, para que esa emoción se vuelva un habito que te ayude a acelerar el proceso de manifestación de tus deseos.

 

Deja tu comentario

Este comentario debe ser aprobado antes de poder ser publicado.