Nuestro Aspecto Invisible

Somos mucho más complejos que los conceptos ya establecidos de cuerpo, mente y alma. Cada uno de nosotros es un ser expansivo y multidimensional. Poseemos diferentes cuerpos de energía que vibran en diferentes frecuencias.

El cuerpo físico es el más denso de todos nuestros cuerpos. Cuando tenemos experiencias fuera de cuerpo o proyecciones astrales, por ejemplo, nos sintonizamos a nuestro primer cuerpo energético. Este cuerpo puede ser visto como un duplicado del cuerpo físico. En diferentes enseñanzas espirituales, a este cuerpo se le conoce como cuerpo eterico o astral. De cierta forma, este cuerpo actúa como un transformador de frecuencias, para que frecuencias elevadas puedan ser transformadas para que se sintonicen a la densidad de este plano y nuestro cuerpo físico.

Hay diferentes ajustes energéticos que son necesarios para poder transferir nuestra conciencia del cuerpo físico a los planos más elevados donde residen nuestros otros cuerpos espirituales y no físicos.

El primer cuerpo espiritual contiene los siete centros de energía, también conocidos como chakras. Puedes pensar en estos centros de energía como sistema de transferencia de energía. Los chakras permiten que frecuencias elevadas fluyan a áreas más densas del universo. Estos centros de energía funcionan de forma similar a una válvula y a través de estas válvulas, podemos controlar y distribuir el flujo de energía en nuestro cuerpo.

Cuando un chakra es estimulada, comienza a abrirse, causando un flujo de energía no física.  Esta energía no física hace que el cuerpo eterico se expanda.

Este proceso energético también nos ofrece una explicación a un fenómeno espiritual que ha sido muy bien documentado, el cual es el despertar del kundalini.

Durante esta experiencia, el primer chakra, el cual se encuentra en la zona o región de la base de la columna, se abre dramáticamente, creando un flujo ascendiente masivo de energía, lo cual activa los otros seis centros de energía hasta llegar al chakra de la corona.

La experiencia kundalini, aunque parece ser algo increíble, en realidad es un evento muy natural. Cuando dormimos, nuestros cuerpos no físicos se recargan de una forma similar, la única diferencia es que el flujo de energía que reciben nuestros chakras no es igual de masivo a aquel causado por el kundalini.

Entre más conocimiento tengamos de este proceso energético, más preparados estaremos para explorar nuestra espiritualidad.

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