Prosperidad y La Ley del Servicio

La conciencia de prosperidad es más que nada una actitud mental. Es una actitud receptiva. El deseo es la fuerza atractiva que pone en acción la corriente de la prosperidad, pero el miedo es el obstáculo que detiene a esta corriente.

El miedo es lo opuesto a la conciencia de prosperidad, porque el miedo equivale a conciencia de escasez y ya que la ley de la atracción nos dice que recibimos lo que enviamos, entonces, si tenemos miedo, recibimos aquello a lo cual le tenemos miedo.

La forma en la que creamos prosperidad en nuestra vida es al ayudar a otras personas, al ser de servicio y valor para los demás. Esta es la primera ley del éxito, el servicio, el cual se debe basar en integridad y justicia.

Nos podemos convertir en imanes de prosperidad si nos enfocamos a crear servicio y valor en la vida de los demás.

Si reconocemos nuestro poder omnipotente como la fuente de toda la prosperidad y suministro, entonces ajustamos nuestra conciencia a este suministro de tal forma que constantemente atraeremos todo lo que necesitemos y nos daremos cuenta de que entre más damos, más recibimos.

Dar, en este caso, es equivalente a servicio. El banquero da su dinero, el comerciante da sus productos, el autor da sus pensamientos, el trabajador da su habilidad. Todos tenemos algo que dar y entre más demos, más recibimos y entre más recibimos, más podemos dar.

El espíritu, debe ser considerado como la esencia de la conciencia, como la sustancia de la mente, la realidad debajo del pensamiento. Ya que todas las ideas son fases de la actividad de la conciencia, entonces, en el espíritu, encontramos la idea verdadera o correcta.

El éxito en los negocios es el resultado del pensamiento y como individuos, tenemos conexión directa con la mente infinita, en donde podemos obtener ideas correctas para implementar en nuestros negocios o trabajos y de esta forma, crear más valor y servicio en la vida de los demás, para de esta forma, dar más y recibir más.

Hoy, concéntrate por un momento en el hecho de que no eres un cuerpo con espíritu, sino un espíritu con un cuerpo y el dinero no tiene valor al menos que cree las condiciones de vida que deseas y estas condiciones deben siempre ser armoniosas.

Condiciones de armonía requieren suministro y abundancia, así que, si existe una aparente escasez, debemos darnos cuenta de que la idea o el alma del dinero se encuentra en el servicio. Contempla esto todos los días y canales por los cuales puedas ofrecer servicios a otras personas comenzaran a abrirse.

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