¿Qué Relación Hay Entre Nuestro Cerebro y Los Campos Magnéticos De La Tierra?

Los ritmos circadianos describen los ciclos por los cuales nuestro cuerpo pasa todos los días. Según el Dr. Franz Halber, quien ganó un premio Nobel gracias a sus estudios acerca de la genética del reloj de nuestro cuerpo, la razón por la cual tenemos ondas o frecuencias en nuestro cerebro es porque nuestros cuerpos evolucionaron en este planeta Tierra y es como si nos sintonizamos a las frecuencias del planeta.

Estudios han demostrado que existen conexiones entre los campos magnéticos y electromagnéticos del planeta y la salud de nuestro cuerpo.

Las emociones, nuestro comportamiento, nuestra salud y nuestras funciones cognitivas son afectadas por los campos solares y geomagnéticos de la Tierra. Estos campos cargan información biológica que conecta a todos los organismos del planeta.

Es como si todos nosotros somos pequeñas células viviendo en el cerebro de la Tierra y estamos compartiendo información a niveles invisibles y no solo los humanos, sino también animales, plantas y cualquier organismo que exista en el planeta.

La información fluye a través de este campo y sincroniza la actividad de todos los organismos, incluyendo también células y moléculas.

Nuestro cerebro, el cual es un órgano electromagnético, es súper sensible a los campos electromagnéticos del planeta. Cambios en los campos magnéticos de la Tierra afectan nuestro ritmo cardiaco, cambian la actividad neuronal del cerebro, afectan nuestra habilidad para hacer ejercicio, nuestra memoria y también influyen mucho en incremento de accidentes de trafico, paros cardiacos, depresión y suicidios.

Los campos electromagnéticos influyen en nuestro sistema neuronal y nuestra conciencia. La energía, el espacio, el tiempo, la conciencia y la materia no son entidades separadas sino son un conjunto interactuando todo el tiempo.

Es posible que estas frecuencias de los campos magnéticos de la Tierra tengan mucho que ver con cosas como la telepatía o sincronía.

Aunque no Podemos ver estas frecuencias, están en nuestra mente y en toda la materia. Así como un pez no se da cuenta de que está en el agua, nosotros tampoco nos damos cuenta de que estamos nadando en un mar de frecuencias e información.

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