¿Qué Tan Unido Estás Con Tu Espíritu?

Todas las manifestaciones de vida vienen del plano invisible al plano visible y la manifestación es siempre un proceso silencioso y sin esfuerzo. Debemos unificar nuestra mente con nuestro espíritu para tener una participación consciente en este proceso de manifestación.

Para cada uno de nosotros, nuestro espíritu, es la personalidad suprema del universo y es la personalidad suprema de quienes somos. Es solo cuando nos comenzamos a unir más con nuestro espíritu cuando el poder de nuestra conciencia incrementa.

Cada ser humano está en esa inteligencia o presencia llamada Dios, así como esta presencia está en cada ser humano, de la misma forma de que una gota de agua es parte de un océano y el océano también es parte de una gota de agua. Dependiendo de que tanto reconozcamos esta unión es como podremos utilizar esta súper conciencia en nuestro mundo.

Todos existimos dentro de esta mente infinita, no de forma separada, sino como entidades separadas. Cada uno de nosotros es un punto en la conciencia universal, la cual es esta presencia llamada Dios y esta presencia es nuestro espíritu, mente e inteligencia interior. No estamos separados de esta presencia y esta presencia no esta separada de nosotros, pero cada uno de nosotros es una entidad, un punto individual de la conciencia universal.

El pensamiento claro es nuestro poder más grande, ya que elimina cualquier obstáculo porque no existe otra cosa más que conciencia y mente.

El único instrumento de la mente es una idea. Esto significa que debemos tener una mente clara y nunca creer en ideas de limitación.

Debemos tapar nuestro ojo espiritual, nuestra mente, y rehusarnos a ver o contemplar cualquier cosa destructiva o que niegue la expresión de vida, ya sea algo relacionado a la guerra, pobreza, enfermedad o limitación de cualquier tipio.

Siempre estamos lidiando con una causa principal y debemos neutralizar las creencias de confusión y duda, al diariamente, tomar tiempo para entrar a un estado de tranquilidad y relajación, en donde podemos en nuestra mente tomar control de cualquier situación de nuestra vida.

En este estado de relajación, es cómo puedes entrar a las profundidades de tu mente y hacer más fuerte tu unión con tu espíritu y cuando regreses a tu estado natural de ser, habrás traído cualidades de tu espíritu a tu mundo externo.