Sana Las Enfermedades De La Personalidad A Través Del Servicio

Una persona cuya toda su vida se basa en los intereses propios termina hundiéndose en su personalidad y absorbiendo toda la profundidad de sus problemas. Enfocarse en intereses centrados en el ego hace que nos perdamos a nosotros mismos y hace que nuestra conciencia se haga cada vez más débil.

Al enfocarte tanto en solo lo que el ego quiere para ti, es como restringir la luz de tu conciencia y nos volvemos prisioneros de nuestras propias imágenes mentales que han sido producidas por el ego, especialmente, imágenes de miedo, limitación y competencia.

Es solo hasta que soltamos o eliminamos nuestra actitud auto destructiva y de auto adoración y nos sentamos a contemplar y a meditar cuando nos damos cuenta de que dentro de nosotros no existe el ego, solamente existe una presencia que es “yo soy”.

Está comprobado que personas que sufren de depresión o de pensamientos negativos instantáneamente sienten felicidad y se olvidan de sus problemas cuando visitan hospitales de niños enfermos o cuando cuidan a una persona que está cerca del fin de su vida.

Esto funciona ya que, durante estos actos, la persona se libera temporalmente de su personalidad, de su conciencia limitada del ego y esto no solo calma y sana a la mente, sino que también regenera cualquier problema físico de la persona.

Pero lo que pasa casi siempre, es que tan pronto cuando esta experiencia termina, el ego vuelve a ocupar el vehículo físico y comienza otra vez a hacer lo que mejor hace, generar pensamientos destructivos y problemas emocional, quejarse y olvidarse de esa conciencia universal.

Una solución para esto es el uso de la imaginación consciente, basándose en gradualmente despertar de esta ilusión que crees que es una realidad donde piensas que eres una entidad separada de todos y de todo. Tan pronto en que empezamos a actuar como nuestro “yo soy” en vez de actuar como “yo soy Juan” o “yo soy Ana”, separamos nuestra conciencia de la conciencia del ego y nos unimos a una conciencia mucho más elevada y como magia, descubriremos que hemos olvidado todos nuestros problemas insignificantes.

Sumergirte en la conciencia de tu personalidad o de tu ego es una de las razones principales por la cual las personas se reúnen a hablar de otros, ya que este acto es como un narcótico para la personalidad. Así que el objetivo es siempre elevarte sobre la personalidad.

Una formula mágica que te puede ayudar es recordar la frase “tu eres yo”. Entonces, todo cambia porque solo existe uno en vez de una separación. Tus intereses son mis intereses, tus problemas son mis problemas, tu libertad es mi libertad, etc.

Recordar esta frase durante cada interacción que tengas con otras personas te ayuda a convertirte en alguien mucho más solidario, ya que creas un cordón invisible entre la otra persona y tu y una vez que este cordón es creado, recordaras que si lastimas o tienes malos pensamientos acerca de esa persona, en realidad, solo te estás haciendo daño a ti mismo.

Todas las personas en nuestra vida reflejan algo de nuestro ser, ya sea una fuerza o una debilidad y esto significa que, si existe algún problema con una persona, existe un problema dentro de ti y la única solución es aplicar la formula mágica de “tu eres yo”.

El camino a la sanación se encuentra al enfocarte en este “yo soy universal” y no en “yo soy mi personalidad y mi cuerpo físico”. Cuando ayudamos a otros a resolver sus problemas, automáticamente resolvemos los nuestros y comenzamos el proceso de sanación.

 

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