Tres Formas de Hacer Tu Visualización Más Poderosa

En uno de los artículos anteriores, te hablé acerca del principio del espejo y cómo nuestro mundo externo es un reflejo del mundo interno. Cuando comienzas a entender este principio, puedes cambiar tu vida de forma drástica.

Aparte del espejo, en cuanto a la creación consciente de la realidad, también contamos con diferentes técnicas, como la de la visualización.

Al usar esta técnica de visualización, puedes crear una imagen en tu mente que represente la manifestación de ese sueño o esa realidad, pero esa imagen no la debes visualizar como si estuvieras viendo desde la tercera persona, es decir, al visualizar esa imagen, debes involucrarte en la imagen y SER la persona que estás visualizando.

La próxima vez que visualices, recuerda este principio, que es como si estuvieras parado frente a un gran espejo universal y a través del poder del pensamiento, comienzas a darle una nueva imagen a ese espejo.

Algo importante es que no tienes que saber el cómo o saber los detalles del proceso hacia la realización de tu objetivo. Lo único que importa es que mantengas tu atención en esa imagen que representa la manifestación de tu sueño. Al hacer esto, las puertas correctas comienzan a abrirse y las oportunidades comienzan a aparecer. Tu trabajo es mantener tu enfoque en la imagen final.

Hay diferentes formas de hacer más poderoso el efecto de la visualización.

La primera forma es utilizar las corrientes de energía de tu propio cuerpo. En su libro "Piensa y Hazte Rico", Napoleon Hill habla de la importancia de transmutar energía y esto es igual a esta técnica, donde conviertes tu propia energía y la transformas en energía con intención.

Entre más poderosa sea tu energía, más poderoso será el efecto de la visualización. La fuerza de tu energía puede ser incrementada al concentrar tu atención en las corrientes energéticas de tu cuerpo. Para hacer esto, puedes imaginar que del punto central de tu cuerpo (el plexo solar) salen dos corrientes de energía en dirección opuesta y rodean tu cuerpo. Enfoca tu atención en estas corrientes de energía o más bien siéntelas mientras visualizas.

La siguiente forma es utilizar la técnica del "cuadro", lo cual es algo que Neville Goddard recomienda. En esta técnica, imaginas un escenario que indique la realización de tu sueño. Por ejemplo, si lo que quieres manifestar es una casa con chimenea, entonces puedes imaginar un escenario donde estás en tu mecedora al lado de la chimenea y usas el poder de la imaginación para sentir el calor del fuego y escuchar cómo se quema la leña lentamente mientras disfrutas de una copa de vino. Puedes utilizar esta técnica para cualquier objetivo, solo necesitas imaginar esa escena una y otra vez con mucha emoción.

Otra técnica es la reducción de escenario, donde reduces todo pensamiento que llegue a tu mente al denominador común de tu objetivo. Lo que sea que estés pensando en cualquier momento del día, regresa tu atención a tu objetivo. Haz que tu objetivo se vuelva el fondo de toda tu actividad mental. Por ejemplo, si vas caminando por un parque, puedes imaginar que estás caminando por el jardín de tu nueva casa. De esta forma, tu atención está parcialmente enfocada en el sector del espacio de alternativas o campo cuántico donde tu casa ya existe mientras tus ojos perciben la realidad material del momento presente.

No importa qué técnica uses, lo importante es recordar que no estás expresando un deseo, estás expresando una intención firme y estás visualizando el inevitable final feliz de la manifestación de tu sueño.

Por último, para realmente tener una intención genuina, es importante que cada día tomes acción en la dirección hacia tu sueño, aunque no sepas qué hacer, tu intuición te guiará y esta es la única forma de que las puertas comiencen a abrirse. El punto es mantener tu enfoque en tu intención.

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